El poder de lo débil
Evangelio según san Lucas (21,29-33)
En aquel tiempo, expuso Jesús una parábola a sus discípulos: «Fijaos en la higuera o en cualquier árbol: cuando echan brotes, os basta verlos para saber que el verano está cerca. Pues, cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que está cerca el reino de Dios. Os aseguro que antes que pase esta generación todo eso se cumplirá. El cielo y la tierra pasarán, mis palabras no pasarán.»
Palabra del Señor
Nuestra fe nos provoca a un lento y paciente trabajo de gestación: "mirad la Higuera". Secretamente, la savia va trabajando al árbol que parece muerto y sin vida. Lentamente va subiendo hacia las ramas, que parecían no tener mas porvenir que la muerte y la esterilidad y -maravillas- de la vida, vuelven a ponerse verdes, promesas de un nuevo nacimiento ¡es el poder de lo débil!
"El Reino de Dios está cerca" y funciona como la Higuera. Nuestra fe impulsa a la historia hacia su cumplimiento. Convierte nuestro tiempo, es decir, le da su plena dimensión, su medida verdadera, su densidad real.
"El Reino de Dios está cerca" y no hay otro lugar adonde pueda venir sino a nuestras vidas pobremente humanas. Ahí está la verdadera grandeza de nuestra historia: el hombre es capaz de encontrar a Dios, Dios nos busca para darnos con su amor la verdadera medida y densidad a nuestra vida y a nuestra tierra. Así es, no hay otro lugar mejor para encontrar a Dios que en nuestras vidas aceptadas, con sus aristas y fracasos, con sus esperanzas y sus éxitos.
¿No os dais cuenta que Dios se ha desposado con el hombre, con esta humanidad para toda la eternidad?
En este día en que la familia franciscana celebra en una única fiesta la santidad de todos los hombres y mujeres que han seguido a Cristo a través de Francisco y Clara de Asís, nos encomendamos a ellos para que nos dejemos hacer por la Gracia como ellos se dejaron hacer.
¡Paz y Bien!